La sociedad argentina (1955- 1970)

Un grupo de estudiantes de 5º año Comunicación del Colegio de la Reconquista decidieron escribir, entre los meses de septiembre y octubre, una síntesis de lo que consideraron puntos centrales de la política Argentina en los años 60. Producto de investigaciones individuales y conversaciones grupales, es este documento que presentamos a continuación.

PRESENCIA MILITAR EN LA SOCIEDAD ARGENTINA (1955- 1970)

En este escrito colaborativo intentamos hacer un recorrido por algunos acontecimientos y procesos que tuvieron como protagonista la tensión entre el orden constitucional y la presencia de las FFAA (Fuerzas Armadas).

El primer problema que abordaremos será el del petróleo. Si bien el período que estudiamos inicia en 1955, el problema del petróleo tiene su origen en los descubrimientos de yacimientos en 1907 en Comodoro Rivadavia. El General e Ingeniero Enrique Mosconi estuvo a cargo de aquella empresa estatal. 

¿La batalla del petróleo?

¿Por qué la consideramos “batalla”?. Siguiendo fuentes desarrollistas que usaron ese término, consideramos que la exploración geológica, la explotación y transporte del petróleo, así como su refinamiento, es uno de los conflictos centrales que afrontan la mayoría de los países. Sostenemos que la producción de hidrocarburos es un tema que involucra la soberanía de los Estados. Estudiando el tema, logramos comprender que en este período el petróleo se convierte en un recurso esencial para lograr el desarrollo productivo de países considerados periféricos.

La producción de este combustible, y las formas que adquirió en los últimos años, confirman el término empleado por los desarrollistas como batalla, que siguen librando los Estados emergentes para intentar el autoabastecimiento.

Lo privado y lo público siempre juegan en tensión. Descubrimos que otro de los conflictos producidos durante los inicios del gobierno de Frondizi tuvo que ver con esta relación. El contexto en que se produce es de una fuerte participación de la ciudadanía en los temas políticos y sociales, situación que ya se venía observado en Europa, EEUU y en algunos países de América latina.

¿Laica o Libre? Fue una cuestión

Se denominó con estos conceptos: laica, libre al conflicto desatado en el año 1958 entre quienes rechazaban o apoyaban, respectivamente, el propósito del gobierno, encabezado en ese momento por el presidente Arturo Frondizi, de autorizar a las universidades privadas a emitir títulos habilitantes. Quienes apoyaban esta medida acuñaron el eslogan laica o libre que perduró para individualizar al conflicto.

Debe aclararse que lo que estaba en juego no era la libertad de enseñanza garantizada por la Constitución Nacional. Los llamados partidarios de la universidad “laica” no se oponían al funcionamiento de universidades privadas sino que reivindicaban para las universidades públicas el monopolio en el otorgamiento de los títulos habilitantes. Por su parte, el reclamo del bando de la enseñanza “libre” no se refería a la libertad de enseñanza –cuya existencia no estaba en discusión– sino a la posibilidad de otorgar títulos habilitantes por las universidades privadas.

Finalizado abruptamente el gobierno de Frondizi por un golpe cívico-militar en 1962, se produce una alternancia de facto y constitucional cuya marca se conservará hasta el último golpe producido en 1976. Luego de la renuncia obligada de Frondizi, por ley de acefalía, asume el presidente provisional del Senado José María Guido. Durante su gobierno, las Fuerzas Armadas ejercieron el poder y se produjeron enfrentamientos entre sus propias filas, queremos mencionar el conflicto entre “Azules y Colorados” 

Los colorados y Los azules: anticonstitucionalistas vs. constitucionalistas 

Cuando se produjo la Revolución Libertadora que derrocó al presidente democrático Juan Domingo Perón, en 1955, en el seno de las fuerzas terrestres militares, específicamente en el Ejército Argentino, surgieron discrepancias acerca de la participación futura del peronismo en la vida política del país.

Aunque las dos facciones eran antiperonistas, sus ideologías eran diferentes. Los “Colorados” (en lenguaje militar este color identifica a los rebeldes o a los enemigos) con ideas más radicales, consideraban que se debía proscribir al peronismo, al que asociaban al comunismo, en una época donde la Guerra Fría había dividido el mundo en dos bloques, capitalistas y comunistas, aunque el peronismo poco tenía que ver con la ideología comunista, pero sí un ala del peronismo se acercaba a la izquierda por las conquistas laborales y la defensa de los más humildes.

Los “Azules” (fuerzas leales) no descartaron la participación del peronismo, a la que consideraban una ideología nacional y cristiana, aunque demagógica, pero pretendían que su acceso al poder sea limitado. El presidente Guido apoyado por los azules propiciaba un peronismo pero sin Perón.

A la lucha ideológica le siguió el enfrentamiento armado que se produjo cuando luego de derrocado Frondizi, que había pactado con el peronismo, en 1962. El líder del grupo de los azules, con centro en campo de Mayo, Juan Carlos Onganía, decidió bombardear a los Colorados reunidos en San Antonio de Padua, al no acatar Onganía los relevos propuestos en el seno del Ejército. Se produjeron enfrentamientos que duraron medio año, hasta que los Colorados o “gorilas” iniciaron un ataque el 18 de septiembre de 1962, que duró tres días en Punta Indio y en el Regimiento de Magdalena con el objetivo de derrocar al presidente Guido, que había sido vicepresidente del Senado cuando Frondizi fue derrocado. El levantamiento fue reprimido, dejando como saldo veinticuatro muertos y ochenta y siete heridos. Como consecuencia de ello, José María Guido, presidente no militar al mando del gobierno de facto, nombró a Juan Carlos Onganía, que tenía el cargo de General de Brigada, como Comandante en Jefe del Ejército. Onganía ocuparía la presidencia de la nación en 1966 tras el derrocamiento de Illia.

El conflicto entre las Fuerzas Armadas evidenció la debilidad del gobierno de Guido que presionado por las circunstancias, convocó a elecciones. En 1963, asumió la Presidencia de la Nación el Dr. Arturo Humberto Illia. En su discurso de asunción intentó transmitir confianza, voluntad de pacificación y reconciliación política y saneamiento de la función pública. En este sentido, una de sus primera medidas consistió en el tratamiento legislativo del control de precios de los medicamentos

Ley de medicamentos

Esta ley pretendía controlar los precios de los medicamentos mediante diferentes métodos, entre ellos las declaraciones e impuestos, sin embargo, no salió tan bien. 

La ley establecía una política de precios y de control de medicamentos que congelaba los precios a los vigentes a finales de 1963, fijaba límites para los gastos de publicidad e imponía límites a la posibilidad de realizar pagos al exterior en concepto de regalías y de compra de insumos. Además, la obligación para las empresas de presentar mediante declaración jurada un análisis de costos y a formalizar todos los contratos de regalías existentes.

Esta reglamentación surgió a partir de un estudio realizado por una comisión creada por Illia sobre 300.000 muestras de medicamentos. Muchos de estos medicamentos no eran fabricados con la fórmula declarada por el laboratorio y su precio era un 100% mayor al costo de producción.

Partidarios, opositores y observadores imparciales coincidieron en que esta política tuvo un peso decisivo en el proceso político que culminaría con el derrocamiento del presidente a manos de un golpe militar.

El 28 de junio de 1966 se producía el quinto golpe de Estado en Argentina. Este acto ilegal, ponía fin al gobierno del presidente constitucional Arturo Illia. Los militares que encabezaron el golpe, autodefinieron este accionar como “Revolución Argentina” y consideraron que para reinstalar los valores nacionales y cristianos se debían cumplir objetivos aún sin definir los plazos en que debían resolverse.

Ese mismo año, las autoridades de facto, produjeron la primera acción contra parte de la sociedad que impediría que los objetivos propuestos se pudieran concretar. El 29 de julio, la Policía Federal, subordinada a la dirección de las Fuerzas Armadas, desaloja por la fuerza a cinco facultades de la Universidad de Buenos Aires. Este hecho, conocido como La Noche de los Bastones Largos (por las armas utilizadas por el personal policial) provocó el exilio de profesores y estudiantes de esas casas de altos estudios, algunos de ellos serían luego distinguidos científicos e intelectuales como el Dr César Milstein galardonado con el Premio Nóbel de Medicina en 1984.

No solo la Universidad fue considerada la enemiga a vencer, otro grupo cuyas demandas lograron su reivindicaciones en estos años, se convirtieron en focos de resistencia política y social contra el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía.

El Cordobazo: cuando el obrero se abraza con el estudiante en una causa común

El Cordobazo fue una protesta obrero-estudiantil, ocurrida entre el 29 y 30 de mayo de 1969, en oposición al régimen dictatorial encabezado por Juan Carlos Onganía.

Todo comenzó porque las dos CGT (Confederación General del Trabajo) nacionales decidieron una huelga general para el 30 de mayo, porque Onganía se negaba a restablecer la negociación colectiva y la actualización salarial, suspendidas en 1967. En Córdoba lo adelantaron un día y adoptaron la modalidad propuesta por Agustín Tosco del Sindicato de Luz y Fuerza, que implicaba el abandono de los lugares de trabajo desde las 10 hs hasta el día siguiente -es decir por 36 hs, en lugar de 24- y la movilización hasta un acto en el local de la CGT.

Los estudiantes de Corrientes habían sido reprimidos luego de una protesta que culminó con la muerte de uno de ellos y esto a su vez produjo una serie de marchas del silencio que causaron dos muertes más en Rosario. Este antecedente posibilitó la concreción de otra iniciativa de Agustín Tosco, la convergencia de un reclamo obrero-estudiantil.

Entonces, ese 29 de mayo, las columnas que marchaban pacíficamente fueron detenidas en puntos estratégicos, por parte de la policía provincial y federal que comienzan a atacarlos para evitar que llegaran al centro. Esto desembocó en una generalización de la protesta que será reconocida como rebelión popular e insurrección urbana.

En esta síntesis pretendimos dejar constancia no solo de algunas circunstancias políticas que atravesó la Argentina en la década del `60, sino también de nuestros propios procesos de aprendizaje y reflexión sobre algunos contenidos de nuestra historia reciente.

Escrito por Sundari Guevara, Paloma Laise, Lara López Losada, Martina Monti, Abril Páez, Lila Russó, Valentina Zielony y la colaboración inicial de Lara Ferrando.

5to Comunicación