Crónica: “Un poco de realidad”

Por Alejo Félix

Pobreza, delincuencia y voluntad, son las impresiones que tiene al entrar de lleno en una Villa de nuestro país, en la provincia de Buenos Aires. En la localidad de José León Suárez se sitúa la villa Cárcova, considerada una de las más peligrosas de Argentina.

La primera vez que entré fue para ayudar a las capillas del Padre Pepe. Al ingresar, ya se notaba un clima tenso y mientras iba escuchando las experiencias de cada uno, las casas que sobresalen son la de los inmigrantes paraguayos que trabajan todos los días para poder sacar a su familia adelante.

Pero nada es fácil en la Cárcova. La voluntad que tienen, y lo demuestran con esfuerzo, es admirable. Pero los vecinos les roban, los atacan. Lo mejor sería que transmitan todos la buena voluntad y no que la envidia los lleve a la violencia. Es horrible pensar que los mismos que roban a los vecinos, que roban y rompen las capillas, son los mismos que mandan a sus hijos a éstas a que coman, se diviertan. Encima que estos chicos llegan golpeados, con marcas de cigarrillos que apagan en sus brazos, abusados, sin zapatillas o ropa y que estos chicos en las capillas hagan actividades, son felices por un rato.

Ese momento es donde el caos en el que viven constantemente se les borra de la cara y se les dibuja esa sonrisa que los vuelve a hacer niños por un rato. Es una injusticia en la que viven día a día.

La primera vez que fui se escuchaban, como dijo una mujer mayor esa vez, “parecen tiros”. La inocencia es entendible de la gente que no lo puede creer y los de la Cárcova que ven a dos bandas de narcotraficantes a los tiros en la calle como algo cotidiano.

Solo resta esperar que la bala no te toque. Esto se vive de día y noche, una verdadera injusticia, muy pocos son los que se quedan a hacer un cambio, por eso es admirable lo que hace el Padre Pepe porque no es el político que siempre se ven ahí solo para la foto y la promesa falsa.

Es alguien que desde el día uno demuestra con acciones más que palabras.