Entrevistas · Giselle Soler: «Cuando te caés, tenés que aprender a levantarte, eso es tanto para el patín como para la vida»
Por Florencia Mombello, 5º Comunicación, Taller de Periodismo.
Giselle Soler es una joven patinadora artística porteña de 24 años, nacida el 4 de mayo de 1997. Y a su edad ya es campeona panamericana y del mundo en 7 oportunidades. Además, forma parte de la Selección Nacional Argentina y es la mayor medallista en la historia del patín artístico de Argentina con 16 a nivel mundial, 2 de juegos panamericanos y 2 en juegos del sur.
A sus 16, se colgó el oro en el Estadio Nacional de Santiago de Chile en marzo de 2014; en Cali 2015 logró medalla de oro en «disciplinas obligatorias» y medalla de plata en «libre» en el Mundial de patinaje artístico y otra medalla de oro en los Juegos Panamericanos Toronto; y por último una de plata en los panamericanos Lima 2019.
Tiene una hermana llamada Elisabeth, quien también forma parte de la Selección Argentina de Patinaje. Su pareja es Ken Kuwada, campeón en patín de carrera y miembro también de la selección.
En la tarde de invierno iba comenzando la entrevista vía la plataforma de Meet. Estando cada una desde la comodidad de su casa y cuidándonos, empezaban algunas preguntas de sus inicios para ir rompiendo el hielo.
– ¿Recordás cómo empezaste a patinar y cuando fue tu primer mundial?
Empecé a patinar a los 3 años con los patines de tiritas y los de botita a los 5 años recién. Mi primer mundial fue a los 14, fueron 11 años de trabajo para entrar a esa competencia. Pero hoy en día con el cambio de reglamento ya no se puede ir más con 14, ahora para entrar a la categoría Junior que es la mínima para ir a un mundial tenes que tener entre 16 y 17 años; entonces hay un tramo mayor de trabajo.
– ¿Por qué empezaste patín?
Empecé a patinar porque mi hermana mayor, Eli, que es cuatro años mayor ya patinaba y como buena hermana menor quería hacer lo mismo que ella. Entonces así fue como empecé, porque siempre la acompañaba al club de ella y hacía sus entrenamientos y de tanto insistir, me pusieron los primeros pares de patines que eran de mi hermana y me largué a patinar.
– Esa niña que recién empezaba, ¿pensaba en llegar tan lejos?
Cuando era más chica era un poco inconsciente, tenía la incertidumbre y siempre buscaba en llegar a tener medallas mundiales, a ser parte de las selecciones; era algo que quería de chiquita y aspiraba, pero no esperaba que realmente se logre. Es algo que uno sueña y que cuando se cumple es cuando uno se da cuenta de que todo valió la pena.
– A los niños que recién empiezan, ¿qué consejo les darías?
Primero que ante todo disfruten del deporte que es lo más importante, porque si uno no la pasa bien, no sirve de nada hacerlo. Y segundo que busquen ponerse metas u objetivos para después cumplirlos como darle un sentido a todo y que no solo sea “bueno me pongo lo patines, entreno y listo”, que sea llegar al entrenamiento ya con un deseo a lo que quieres lograr.
– ¿Y cómo convencerías a los padres de que sus hijos hagan este deporte?
Creo que es una disciplina muy completa porque no solo se desarrolla la parte muscular, como el cualquier deporte, sino que también la parte expresiva y artística ya que nos expresamos a través de coreografías y en sí es muy complicado porque debemos tener una buena técnica, una buena parte artística, un buen desarrollo de la musculatura y es algo que genera que seamos deportistas muy completos.
– Se podría decir que los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 fue tu salto a la fama, ¿cmo viviste esta experiencia y qué te cambió?
Bueno, tenía 18 años en Toronto, fue una experiencia muy grande para mí.uve la suerte de traer el primer oro para el país y poder compartir cosas con chicos de otros deportes, de conocer gente nueva. La verdad es que habíamos entrenado mucho para ese campeonato, teníamos muchas expectativas; ya venía con un poco, por así decirlo, de presión porque las 2 medallas anteriores de los juegos panamericanos que había tenido la categoría damas eran de oro, entonces no se esperaba menos. Pero, a decir verdad, eso realmente ayudaba, los jueces tenían bastante expectativas de Argentina, buscaban que tenga otra medalla de oro,entonces te ponía en una posición buena ante ellos, pero también había que mantenerla después en la pista. Se hizo una preparación muy grande y que todo haya salido bien fue una experiencia muy grata y una emoción enorme haber traído la medalla a mi país. Fue la verdad algo hermoso también sentir el apoyo de tantas personas, recibir mensajes de personas que conocía o no, de quien hacían o no patín; a ese nivel fue una experiencia muy grande y para mi carrera deportiva también me ayudó mucho ante la visión de las personas, me “transformé” en un referente dentro de la Argentina.
– Ya que mencionás la importancia del entrenamiento, ¿cuántas veces entrenas por semana y cómo entrenaste en la cuarentena?
Entreno de lunes a sábado y depende la carga de planificación de mi entrenador; si tienen que ser los sietes días a la semana, se harán. Durante la cuarentena estricta, hice muchas clases virtuales y todo el entrenamiento desde el garaje de casa. Cuando se fue dando la apertura y pudimos ir a entrenar a lugares al aire libre, ya fuimos avanzando de a poco y haciendo la adaptación a la pista. Hice todos los entrenamientos de preparación física, de libre y de escuela virtualmente; en el garaje me entraban todo lo que son los saltos y trompos sueltos y así nos fuimos adaptando con mis entrenadores.
– ¿Hiciste algún otro deporte o pensaste en dejar patín?
En dejar nunca se me pasó por la cabeza, si he pensado en “de acá a dos años quiero retirarme” o demás, pero en dejar de patinar nunca y obviamente yo pensaba eso, pero cuando se cumplían los dos años decía “quizás en dos años más” y así siempre se fue estirando un poco más; siempre proyectaba, pero nada definitivo. En cuanto a la otra pregunta, si he hecho muchos años natación (desde los 3 años hasta los 17) porque tengo escoliosis de alto grado, pero actualmente no hago otro deporte; solo cosas complementarias para hacer patín como levantamiento de pesas y ballet hace 8 años.
– En esa proyección, ¿cómo te ves ligada al patinaje? ¿Estás estudiando algo?
Paralelamente estoy estudiando Licenciatura en Logística. En sí, me gustaría seguir unida al patinaje como técnica; es un deporte tan lindo que no te da ganas de separarte nunca.
– Cuando estás con un nuevo desafío y no va saliendo, ¿cmo es tu recurso para tomar aire, volver a intentar y perder el miedo?
Eso es algo que al deportista nunca le avisan, pero hay que estar preparado para las fallas. Un deportista siempre va a tener días buenos o días malos, procesos de aprendizaje y es parte de su crecimiento darse cuenta de que es normal las caídas. Uno tiene que aprender es que eso no sea para tirarte para atrás sino para adelante. Siempre lo que se busca es ir corrigiendo las cosas que notás o te hace ver el entrenador, también retroceder un poco a las bases del ejercicio para ir paso a paso viendo qué cosas corregir. En cuanto al miedo, a medida que van pasando los años, uno ya sabe cómo caer y la forma de poner los brazos para que no duela tanto el impacto, tratar de caer siempre con la cola y no la zona de la espalda. Siento que con la costumbre uno ya no piensa en la caída, sino que en levantarse y seguir. Me gusta pensar que cuando te caes, tienes que aprender a levantarte. Eso es tanto para el patín como para la vida.
– ¿Sentís algún cambio en el deporte después de tantos logros?
Más que nada siento que se están enfocando y buscando de qué manera poder ayudar al patinaje artístico porque nuestra confederación no solo está para la rama artística, sino que está carrera y hockey. Y creo que gracias a los medalleros de los Panamericanos, se está poniendo más atención a qué manera poder ayudarnos e incluso nos dieron nuestros uniformes.
– ¿Y se charla de por qué no es un juego olímpico?
Sí, la verdad que sí. En este último mundial entre todos los compañeros, porque es el sueño de todo atleta estar en un juego olímpico, es a lo que más se aspira como deportista. Creo que es una experiencia única estar con todo el equipo y no con solo un representante por país en los torneos; vivir el sueño olímpico y compartir con otros deportes. Todos queremos estar ahí y no es fácil porque faltan cosas pequeñas para lograr estar, como que recién ahora se están haciendo doping en todas las categorías (cuando antes eran solo en algunas y esperemos que un día se pueda).
¿Qué es para vos la familia en esta carrera?
Para mí es un pilar muy importante, todos tienen igual de importancia, tanto el entrenador, el patinador y la familia; es un triángulo. Todo tiene que acompañar para que un deportista pueda lograr todos los objetivos que se pretende, un deportista se puede esforzar mucho y el entrenador puede poner todo, pero si en la casa él no se alimenta bien, no puede descansar, no funciona. Yo cuando iba a entrenar a San Lorenzo de Almagro que queda a una hora de casa en auto o a dos horas en colectivo, me pasaba que mi papá era el único que manejaba en mi familia, entonces él estaba trabajando y yo tenía que ir en colectivo. Nosotras éramos chicas con mi hermana y mi mamá nos llevaba, nos pasaba a buscar por el colegio y después nos subíamos al colectivo e ir directo al club, nos acompañaba hasta las nueve de la noche ahí y después había veces que si mi papá llegaba muy tarde del trabajo, también teníamos que ir en colectivo. Y todo eso no se pudo haber logrado sin el apoyo de la familia porque cuando uno es chico, está solo y es imposible hacerlo solo.